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Si es graso-Usa un champú que contenga hierbas como el eucalipto, la menta o la
hierbabuena, pues éstas absorben la grasa de tu cabello.
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Si es seco-usa un champú que contenga derivados de la avena o del germen de trigo,
ya que estos productos tienen la capacidad de proteger tu cabello desde la raíz
evitando que se seque fácilmente y dejándolo súper brillante.
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Si es delgado y sin volumen- Debes usar un champú que contenga colágeno y
queratina, unas proteínas que al impregnarse en tu cabello harán que luzca más
grueso y firme.
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Si tienes problemas de caspa- Escoge un champo que contenga fungicidas, como
piridina de zinc, sulfito de selenio o ácido salicílico, para matar la bacteria
que causa la caspa y aflojar las escamas que se han endurecido en el cuero
cabelludo. ¡Ojo! Este tipo de champo puede ser muy agresivo con tu pelo, así
que cuando lo compres busca además que tenga propiedades adicionales, como
darle brillo o hidratarlo.
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